martes, 9 de abril de 2013

El aula 154


Julia Abad 1º B

Un día, unos niños propusieron a unos amigos suyos una prueba de valor, y la aceptaron. Esta prueba consistía en pasar una noche entera en el instituto capellanía. ¿Lo conocéis, verdad?

Está muy cerca de este colegio. Pues bien, tendrían que estar toda la noche andando por sus pasillos y por las clases. Si salían del recinto perderían la prueba.

Llegó la noche del desafío, y los niños se reunieron en la puerta del instituto. Los niños que debían pasar la prueba eran tres: dos niños y una niña: Rubén, Pablo y Marta. Los niños que pusieron la prueba eran dos.

Cuando estuvieron todos allí reunidos, acordaron no salir del edificio, les dejaron solos y se fueron.

Marta, Rubén y Pablo entraron al instituto y todo parecía normal. Las luces estaban apagadas, no veían apenas sus siluetas. No tenían mucho miedo, todo estaba en su sitio, no había nada extraño...

Los otros dos niños habían planeado gastarles una broma y asustarles haciéndose pasar por fantasmas. Los tres valientes seguían caminando en la oscuridad, cuando de repente una lámpara se encendió por unos segundos.

Marta, Rubén y Pablo miraban a su alrededor, intentando tranquilizarse. La luz parpadeó, y después se fue por completo. A continuación, un maceta se rompió como si un espíritu la hubiera golpeado.

Los tres niños echaron a correr para esconderse en una clase. El número de la clase era la 154. Los niños cerraron con fuerza la puerta, y se quedaron totalmente encerrados. Empezaron a gritar, a llorar...

-¡Si esto es una broma no tiene gracia!
-¡Sacadnos de aquí!
-¡Ya basta! ¡Nos estáis asustando!

Los pobres niños no recibían señales de nadie...
Mientras tanto, los dos niños estaban escuchando todo desde el pasillo.
De repente, un silencio sepulcral reinó en el edificio.
Los niños del pasillo se miraron mutuamente alertados.

Acercaron el oído a la puerta. No oyeron nada. Ni pataleos, ni llantos, ni murmullos. Ni siquiera su respiración.
-Venga, chicos... Salid ya... Va, que abrimos la puerta.
-¿Chicos?

En ese momento solo oían sus corazones palpitando. Estaban aterrados.

De repente, un cuadro cayó de la pared y el cristal se rompió en mil pedazos. Los dos niños pudieron ver tres cifras bien diferenciadas en el cuadro roto: 1, 5, 4.
Los niños huyeron del instituto llorando y sin sus amigos. 

A la mañana siguiente, cuando los profesores se enteraron de lo ocurrido, fueron a ese aula. Abrieron la puerta... Y...

No había nada, ni nadie.

Al rato, el enterrador del cementerio, encontró a los tres niños, sentados tiritando encima de una tumba, con las caras pálidas como el papel.

Si vais al instituto Capellanía, y preguntáis a los alumnos de 4ºC, podréis ver a Marta, Rubén y Pablo, pero nunca sabremos cómo llegaron al cementerio, porque tras ellos, perdieron el habla y nunca contaron el secreto del aula 154.


sábado, 23 de febrero de 2013

El blog ganador de febrero es....


Un día cualquiera

El blog ganador de nuestra encuesta mensual es Un día cualquiera el blog de Aitana García que ha trabajado duramente por tener su blog siempre actualizado y nos ha obsequiado con divertidas fotos y las historias de su día a día. Enhorabuena, Aitana.